jueves, 29 de octubre de 2009

Lógicas contradicciones

-¡Aaah! ¡Te odio!
-Me quieres.
-Una cosa no quita la otra.

domingo, 25 de octubre de 2009

Lucía

Generalmente, nadie me llama por mi nombre de pila. No es que me disguste, es que al final siempre lo acortan, o te llaman por algún mote absurdo o cariñoso. Es muy raro oír mi nombre completo.
El otro día me di cuenta de que tú cuando hablas de algo que te disgusta, cuando estás enfadado o cuando te pones serio, siempre me llamas por mi nombre, sin más. Lo metes ahí, en mitad de alguna frase, y a mi se me activa algo dentro, porque empiezo a pensar que solo tú me llamas así.
Con esto no quiero decir que mi nombre suene especial salido de tus labios, ni que me quede embobada cada vez que lo oigo, porque lo siento, pero no, esas cosas ya no me pasan… Es, simplemente, que me gusta que me llames así de vez en cuando. Aunque sólo lo hagas cuando estás algo cabreado.

Aunque, insisto (y esto no es autoconvencimiento) que no me gusta porque seas tú quien lo diga.
O eso creo…

domingo, 18 de octubre de 2009

Planes de futuro

-Y cuando piensas en el futuro y todo eso... ¿qué te gustaría ser?
-¿A mí? A mi me gustaría ser feliz. Dónde, con quien, haciendo qué... todo eso es secundario. O complementario, si lo prefieres. Lo importante es ser feliz.
Él la mira a lo ojos, da una calada a su cigarrillo y, sin bajar la mirada, responde:
-Que casualidad. Porque yo de mayor quiero hacer feliz a alguien.
Ambos sonríen.

jueves, 15 de octubre de 2009

Declaración de independencia

Sólo quería que supieras que ya no pienso en ti.
Hoy me he dado cuenta de que ya no eres lo primero en lo que pienso por las mañanas; ya no me preocupa arreglarme si sé que voy a verte; ya no me ilusiono porque hoy tengo contigo una clase.
He dejado de sonreír como una idiota cada vez que te veo a lo lejos, de fingir que no te he visto para aparentar indiferencia cuando apareces, de buscar algo sobre lo que preguntarte para forzar una conversación.
Ya no me importa cuando sales o entras, no me duele no verte y he empezado no echarte de menos.
No te busco por las noches, ni me imagino si será este finde en el que por fin te des cuenta de que yo soy ELLA, o en el que yo misma te diré lo que me pasa.
Ya no te necesito. Es triste, pero cierto.
Soy, oficialmente, independiente de ti.
Y lo más gracioso es que todo esto ha ocurrido sin que tú te dieras ni cuenta.

jueves, 8 de octubre de 2009

Sincronia

-Hola
-¡Hola! ¿Qué tal el día?
-Como siempre. ¿Tú?
-También, pero te traigo un plan que te va a alegrar el día.
-Cuéntame.
-Me he encontrado con Pablo y Sandra al salir del metro y me han contado que esta noche hacen fiesta en su casa.
-Ajam.
-Así que nos han invitado. Además, va un montón de gente de la facultad, y esos compañeros suyos que conocimos en aquel curso de verano, Jorge y…nosequien. Bueno, no me acuerdo de su nombre, pero eran muy majos, ¿no?
-Si, si.
-Así que esta noche cenamos en su casa, y luego tomaremos unas copas. ¡Oh! Y ponte elegante, que por lo visto es posible que vayamos a algún sitio de esos guays.
-Mmmh.
-No te apetece nada, ¿no?
-Pues no. Tenía pensado meter una pizza en el horno y vernos una peli.
-Menos mal, porque a mi tampoco. ¿Yo meto la pizza y tú eliges la peli?
-Perfecto.