domingo, 20 de septiembre de 2009

Happily ever now

No creo en el “para siempre”.
Escuchas las canciones y siempre hablan de amor eterno, piden que sus besos sean los últimos y proclaman al mundo que nunca habrá nadie más.
¿Quien somos nosotros para prometer algo que no esta en nuestra mano? ¿Acaso somos nosotros eternos?
Nada, absolutamente nada, es para siempre. La vida no lo es, por lo tanto todo lo que la acompaña, menos. Creo en un amor duradero, más o menos estable, creo en una vida larga y en una amistad que perdure con los años, pero no en la eternidad. Además, ¿por qué narices iba a querer alguien vivir para siempre? ¿Amar para siempre? ¿Seguir siendo igual a través del tiempo?
El momento fugaz existe para ser disfrutado, aprovechado al máximo, para que aprendamos a exprimirlo y a saber apreciar todo lo que la corta vida nos ofrece.

Si yo tuviera que prometer algo, prometería un presente feliz. Yo no hago promesas a largo plazo.

jueves, 17 de septiembre de 2009

Tus labios

Cuando haces una lista con las cualidades que tendrá tu pareja perfecta eres muy consciente de que, en realidad, es muy difícil que una persona lo reúna todo. De hecho, a la hora de elegir pareja casi nunca te paras a pensar en esa lista. La mía sólo tenía un punto: cuando conociese a la persona perfecta para mí lo sabría porque nuestros labios encajarían perfectamente. Como las piezas de un puzzle. Como si estuvieran hechos solo para adaptarse a las formas del otro.
Pero, como ya digo, nunca me paraba a pensar, en el momento del beso, si mis labios “encajaban” o no. Yo besaba, y punto.
Hasta ayer.
Hasta que me besaste. Y puede que suene cursi, y que sea lo más absurdo que has oído nunca, pero es así. No se como te sentirás tú al respecto, pero, desde ayer, yo ya no quiero besar otros labios que no sean los tuyos.

viernes, 4 de septiembre de 2009

Defectos

-No… No puedes irte. Te quiero. De verdad que te quiero. Lo que has visto no es nada, no significa nada. Para mi no hay otra, sólo tú. ¿Por qué iba a buscar a otra si tú eres perfecta? Tienes que escucharme, tú y yo tenemos que estar juntos, porque nos queremos, porque yo te quiero…

Ella le miró fijamente, totalmente inmune a sus palabras.

-Las personas no se enamoran de los defectos de otro; se enamoran a pesar de ellos. Que me digas que para ti soy perfecta no es un cumplido, ni mucho menos, porque significa que no ves mis defectos, por lo que, en realidad, no puedes estar enamorado de mí.

Y él se quedó allí con cara de tonto y la palabra en la boca. Aunque, en realidad, no había más que decir.