Que te sonrían en el metro; que te dé el sol mientras esperas el bus; que anulen una clase; recibir un sms porque sí; tener noticias de alguien que hace mucho que no ves; encender la radio y que estén poniendo tu canción favorita; conocer a alguien; encontrar un céntimo en el suelo; que te propongan un plan inesperado e inmediato; los días de primavera; acertar absurdamente una pregunta del trivial; una buena película; descubrir que una canción expresa exactamente cómo te sientes después de escucharla 100 veces; que te abracen cuando lo necesitas sin necesidad de pedirlo; la nieve; encontrar a un conocido en el tren; las fresas con azúcar; cruzarte con esa persona que te encanta de la facultad; pensar que es miércoles cuando en realidad es jueves; despertarte un domingo y darte cuenta de que tienes toda la mañana para seguir durmiendo; tomar una cervecita con los amigos; tumbarse en el césped los días de calor; encontrar unas fotos que hacía años que no veías; que te salga en el mp3 una canción que te recuerda a un momentazo de la última fiesta; mantener una conversación absurda durante horas; rememorar una anécdota olvidada; comerse la masa de las croquetas cruda; que el autobús llegue justo cuando tú llegas a la parada; escribir notitas en clase; acostarse tarde; levantarse tarde; que te cuenten un buen chiste seguido de uno malo, que siempre hace gracia; tocar la arena con los pies; los vasos de leche con cola cao antes de dormir; los finales felices; que te dejen un buen libro; llorar de la risa; ver a un bebé en cochecito; enterarte de un secreto; la luna llena; descubrir que tienes algo en común con alguien; el olor a rosa; pintar con plastidecors en un folio en blanco; la pasta que hace tu madre.
Hay tantas cosas por las que sonreír a diario que me cuesta mucho entender a la gente que siempre está de mal humor.
Hay tantas cosas por las que sonreír a diario que me cuesta mucho entender a la gente que siempre está de mal humor.
¿Cuales se os ocurren?