Hace dos días, sin hacer ningún ruido, se adentró en mi casa. A su pasó se llevó las noches frías que había sobre el sofá y las sustituyó por un puñado de tardes al sol y de cervezas en terracitas del centro. Tiró todos mis apuntes al suelo y borró las fechas del calendario, para que nunca supiera qué día era. Las horas del día se dividieron en cuatro: antes de comer, media tarde, noche y las que empleara durmiendo. Sin concretar, sin exactitud; todo eso daba igual.
Abrió el armario y lo llenó de vestidos que olían a flores y a buen tiempo, y se deshizo de todos mis zapatos, para que disfrutara al andar descalza por los parques.
Despacito, de puntillas, se asomó a mi habitación y me despertó con un suave beso en la mejilla. Abrí los ojos despacio y le dediqué una sonrisa.
-Hola Verano.- Susurré- Te estaba esperando.
Abrió el armario y lo llenó de vestidos que olían a flores y a buen tiempo, y se deshizo de todos mis zapatos, para que disfrutara al andar descalza por los parques.
Despacito, de puntillas, se asomó a mi habitación y me despertó con un suave beso en la mejilla. Abrí los ojos despacio y le dediqué una sonrisa.
-Hola Verano.- Susurré- Te estaba esperando.
4 comentarios:
Verano, :)
En verano parece que no hay tiempo, ¿no crees?
! KisS :*
me encanta! =D
Qué bonito y qué cierto! Un beso linda!
Qué sutil y dulce. No lo hubiera esperado del Verano, si del Otoño...
me gusta.
besOhelado^^
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