miércoles, 21 de abril de 2010

Musas

Pido perdón por mi ausencia, pero con esto del buen tiempo las musas deben de estar todas tiradas en algún césped y ya no vienen a verme.
Bueno, a veces se asoma alguna y me susurra una idea al oído, pero lo hace tan bajito que apenas la oigo. Y, además, la falta de tiempo por las prácticas tampoco ayuda a desarrollar las pocas ideas que se me ocurren.

Pero ahora, estaréis pensando, llueve. ¿No hará eso que las musas se recojan y te echen una mano?
Pues no, porque ellas no sólo se alimentan de los rayos del sol, sino también de la lluvia de primavera, esa fina que te moja sin empaparte, y con una temperatura tan agradable que puedes ir por la calle sin sentir nada de frío.
A las musas les gusta bailar al ritmo del sonido que hacen las gotas al caer en el suelo, al golpear los coches y mojar los árboles. Saltan de charco en charco, ociosas, olvidándose de que los hay que las necesitamos y esperamos en casa, frente al ordenador, sin nada que contar.

Si alguien ve una sombra, un halo fugaz de luz entre las gotas de lluvia, por favor, susurrarle bajito que no deja de ser una musa, y que, aunque a todos nos gusta chapotear en primavera, también tenemos que cumplir con nuestras obligaciones y dotar a los blogeros de historias que contar.

Volveréis a saber de mí tan pronto como yo vuelva a saber de ellas.

2 comentarios:

g0min0las dijo...

Cuánto te comprendo.

Ya volverán y traerán grandes historias.

*ChaÚ! :)

aidanone* dijo...

Aunque no publiques historias, escribes igual de bien con musas o sin ellas :)