jueves, 17 de septiembre de 2009

Tus labios

Cuando haces una lista con las cualidades que tendrá tu pareja perfecta eres muy consciente de que, en realidad, es muy difícil que una persona lo reúna todo. De hecho, a la hora de elegir pareja casi nunca te paras a pensar en esa lista. La mía sólo tenía un punto: cuando conociese a la persona perfecta para mí lo sabría porque nuestros labios encajarían perfectamente. Como las piezas de un puzzle. Como si estuvieran hechos solo para adaptarse a las formas del otro.
Pero, como ya digo, nunca me paraba a pensar, en el momento del beso, si mis labios “encajaban” o no. Yo besaba, y punto.
Hasta ayer.
Hasta que me besaste. Y puede que suene cursi, y que sea lo más absurdo que has oído nunca, pero es así. No se como te sentirás tú al respecto, pero, desde ayer, yo ya no quiero besar otros labios que no sean los tuyos.

1 comentario:

aidanone* dijo...

:)
qué mosno *_*



(siento comunicarte esto, pero es un hecho: soy una aguafiestas, así que te aguaré la tuya: nada es para siempre, ten cuidado)

muak!